10
Ago
Las puertas corredizas automáticas utilizan sensores de detección ópticos o de movimiento para activar sus funciones de apertura y cierre motorizado. Estos sensores se montan sobre la puerta automática o se integran dentro de la estructura de la puerta desde la parte de arriba o a un lado. Los sensores utilizan ya sea tecnología infrarroja o de microondas para observar el movimiento y a menudo se utilizan en entornos comerciales o industriales para permitir el fácil acceso tanto para personas sanas como con discapacidad, para la eficiencia y la seguridad.
Mecanismo de motor
El sensor óptico o de movimiento está conectado a una unidad principal de transmisión que controla un mecanismo de embrague conectado a una unidad auxiliar, o rueda dentada, y al panel o paneles de la puerta. La unidad auxiliar y las puertas están conectadas por cables o cinturones internos, normalmente hechos de goma, que llevan a cabo el movimiento de apertura y cierre de las puertas.
Vías y rodillos
Las puertas automáticas pueden ir colgadas o instaladas de diversas maneras dependiendo del estilo de la puerta o aplicación. Algunas se cuelgan de las vías principales (en el caso de las puertas de puro vidrio sin estructura) y no se conectan con el suelo plano, sino que flotan sobre él cuando funcionan. Estas pueden montarse de un lado con vías y rodillos haciendo una conexión con el suelo liso, en el caso de una puerta corrediza única. O pueden ser montados en una estructura de metal con conexiones, rodillos y vías en las cabezas elevadas y suelo liso.
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Puertas Automáticas